martes, 3 de septiembre de 2013

TLC Vs. TCP - publicación del año 2006


El Presidente de la República Evo Morales Ayma ha declarado que no negociará ni participará de ningún TLC con EEUU, asimismo, ha indicado que gestionará la firma de un Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP).

Los Tratados de Libre Comercio no son nada más ni nada menos que un Tratado Internacional que establece el libre comercio entre los empresarios de dos o más Estados, esto no significa que se tenga carta abierta para exportar cualquier producto, sino que, por el contrario, en cada Tratado se deberá negociar los productos a exportarse, normas aplicables, formas de resolución de conflictos, etc., esto significa además que, se podrían incluir por supuesto a los pequeños y medianos comerciantes, agricultores, etc., todo ello dependerá de las negociaciones que realice el Gobierno con el Estado contraparte.

En cambio, aún no queda clara la figura de un TCP, es decir, debido a la escueta declaración del Presidente, no se sabe si este será un Tratado que mantendrá la misma figura que un TLC solo que con otro nombre, o si por el contrario, establecerá una nueva figura internacional mediante la cual, a partir de la firma de la misma, los ciudadanos o comerciantes sin empresa (individuales) podrán exportar de forma competitiva en el mercado internacional.

Esto sugiere algunas interrogantes, ¿los pequeños productores estarán en la capacidad de alcanzar las normas de calidad y los volúmenes de exportación requeridos?, ¿El Estado subvencionará los mismos?, ¿quien correrá con los costos de los Transportes?, es necesario recordar que inclusive los grandes exportadores bolivianos, por ejemplo de la soya, se encuentran subsidiados de forma indirecta a través del Diesel, y aún así, sus productos no son competitivos a nivel mundial, de hecho, resultan ser mucho más caros que los de la competencia, esto quedó demostrado en los últimos días a raíz de conflicto a consecuencia de la firma del TLC de Colombia con EEUU.

Si el Estado bolivianos empezará a subsidiar a los pequeños productores para que estos puedan exportar, no tardará quien demande al Estado por una violación al Derecho de la Competencia Comunitaria (CAN) e internacional OMC. Claramente, estaríamos emulando la reprochable conducta de los EEUU y de la UE que tanto malestar ocasiona en el mundo entero.

Si el Estado no subvencionara a los productores, indefectiblemente estos tendrían que agruparse para satisfacer la demanda internacional (nadie medianamente serio creerá válida la posibilidad de que un pequeño artesano pueda vender sus productos de forma competitiva al mercado –por ejemplo- del Brasil). En este caso, volveríamos a caer en el análisis realizado para el TLC, es decir que, al ser una agrupación privada de artesanos, productores, comerciantes, etc., esta agrupación velará por los intereses de sus miembros, tal cual como ocurre con cualquier empresa al momento de negociar la firma de un TLC, con lo cual no se habría cambiado nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario