martes, 3 de septiembre de 2013

Tildes, Puntos y Comas, su importancia en el Derecho - publicación del año 1998


En derecho como en otras ciencias, la exacta puntuación y la palabra correcta en el momento de expresarse es fundamental para lograr óptimos resultados.

El solo hecho de un cambio de tilde o aumento de ésta en cierta palabra cambia el sentido a todo, por ejemplo el Dr. Hernando Londoño, prestigioso abogados colombiano, cita como una experiencia propia que en un juicio, un testigo declaró lo siguiente, "cuando el disparo, yo me encontraba en una mesa conversando con un amigo", pero ocurre que el Secretario del Juzgado encargado de transcribir todas las declaraciones le aumentó a dicha declaración con mala fe 2 tildes, entonces la frase en los documentos quedó así "cuando él disparó, yo me encontraba en una mesa conversando con un amigo...".
Estas dos tildes le cambiaron el sentido completo a una frase de la cual podía depdnder la vida de un inocente, es pues Alonso Barros -Proverbios morales- quien dice "Ni el que de pasión se ciega puede juzgar con verdad", "Ni escritura que una tilde trueque el sentido", en estas frases podemos ver la importancia de la correcta escritura en cuestiones jurídicas.
Lo mismo ocurre en las pesquisas judiciales, cualquier detalle de la investigación mal entendido, puede dar por cierto el esclarecimiento de un crimen, cuando precisamente ese mismo detalle lo niega.
Don Jacinto Benavente –citado por Londoño- escribió la obra Los Intereses Creados, en donde las trapacerías de Leandro (Belleza y Juventud) y de Crispín (Experiencia y Astucia) los ponen al borde de ser condenados; pero los intereses creados se movilizan y liberan a ambos de la cárcel, haciendo posible el matrimonio del primero con Silvia, todo ello gracias a un cambio de comas en la sentencia que ya pendía sobre sus cabezas y, por supuesto, a la venalidad del Juez y del Secretario que realizan la alteración de la siguiente forma:
“Crispín: Y ahora, doctor, ese proceso. ¿habrá tierras bastante en la tierra para echarle tierra?
Doctor: Mi previsión se anticipa a todo, bastará con apuntar debidamente algún concepto…Ved aquí: Donde dice “…Y resultando que si no declaró…”, basta una coma, y dice “Y resultando que si, no declaró…”. Y aquí: “Y resultando que no, debe condenársele…”, fuera la coma, y dice: “Y resultando que no debe condenársele…”.
Crispín: ¡Oh admirable coma!, ¡maravillosa coma!, ¡Genio de la Justicia!, ¡Monstruo de la Jurisprudencia!.
Voltaire dijo que si cambiara una coma en las sagradas escrituras, habría desaparecido todo el misterio cristiano de la resurrección. Vacío el sepulcro de Cristo, al preguntar por su cuerpo se contestó: “Resucitó, no está aquí”, transpuesta la coma, se negaría la resurrección: “Resucitó no, está aquí”.
Todos estos teje menejes del derecho se los aprende con la práctica, pensando y sobre todo siendo astuto en las diligencias, siempre teniendo el cuidado de leer todo el proceso, no por desconfianza, sino para tener la seguridad de que lo escrito corresponda exactamente a lo expresado, o como dice Eduardo J. Couture –Los mandamientos del Abogado- “El derecho se aprende estudiando, pero se ejerce pensando”.


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