sábado, 25 de abril de 2020

EMPRENDIMIENTOS Y EMPRESA EN TIEMPOS VIRTUALES – COVID-19

Hace 20 años que vengo asesorando a empresas en nuestro país, tengo una fascinación personal por los emprendimientos y negocios innovadores, y en cómo moldearlos, organizándoles una estructura que les permita desarrollarse de manera óptima en el mercado, realizar planes de protección de la propiedad industrial, así como el diseño de proyectos de escalamiento para el acceso a financiamiento, etc. En todos estos años de ejercicio de la profesión dedicada a la empresa, nunca antes había percibido un olor tan fuerte a cambio, y es que ahora, la transformación de los modelos de negocios y empresariales, no sólo se deberá dar por razones de orden normativo, político o económico, como estamos acostumbrados, sino que además, se dará por razones de bioseguridad global y una subsecuente implementación de políticas de distanciamiento.

El mundo seguirá avanzando, y tanto los emprendedores como los empresarios avezados y sagaces, tienen la virtud de estar a la orden del día, adelantándose al futuro o tomándole al pulso a las necesidades actuales de la sociedad, para implementar nuevos modelos de negocios, productos y servicios. En ese escenario, cada vez más favorecido por las políticas gubernamentales de todo el mundo, que poco a poco se han sumado al carro de las economías de red, donde el trabajo colaborativo es la base para la proyección de soluciones, resultando de aquello, empresas que siendo pequeñas e incluso familiares, resultan siendo en el corto plazo, modelos de negocios multimillonarios.

En ese afán, donde el “concepto de negocio” juega un rol fundamental, y con ello la virtualidad y el trabajo colaborativo de red son sus principales conductores, es que las nuevas empresas, emprendimientos, negocios y empresas con larga data, deberán reacomodar sus estrategias para poder subsistir en un escenario en el que las claves están cambiando abruptamente, y obligarán a implementar en el futuro inmediato cambios de fondo y de forma. En este sentido, “la estrategia corporativa” se constituye en un camino afinado para el desarrollo, y lo considero así, debido a que es resultado de un análisis individualizado, no hay recetas para todos ni es la misma aplicable a todos los modelos de negocios, por más de que estén en el mismo rubro.

Dicho esto, claramente ahora tendremos que plantear nuevas estrategias para los negocios y empresas, incluyendo a la virtualidad como una pieza clave, y es en esa línea que resulta oportuno analizar qué es la virtualidad y cómo se la debe comprender. En un anterior artículo había señalado que la virtualidad implica la creación de un entorno con una acepción de realidad. Es la creación de un espacio por la tecnología, donde los objetos, personas y sensaciones dan una apariencia de ser reales.

En los días pasados se han dado pasos importantes hacia la virtualidad en el ámbito empresarial, y es que la incorporación de la firma digital nos permitirá la firma de documentos con plena validez, sin necesidad de refrendarlos posteriormente. Es decir que, la firma digital acompañada de plataformas de videoconferencias, nos permite tener presencia (virtual) en una reunión, no sólo para poder escuchar o participar de ella, sino además, con la posibilidad de firmar los acuerdos, actas o contratos que surjan de ella, en el mismo acto, con la misma validez cual si estuviéramos presentes en la indicada reunión. La firma digital en este sentido, se constituye en uno de los pasos más importante hacia la virtualidad.

Los nuevos emprendimientos y la adecuación de las empresas hacia la virtualidad, deberán comprender el replanteamiento de estrategias, y la reforma de reglamentos, estatutos y políticas de gobierno corporativo, orientándose a la incorporación de tecnologías, prácticas y sobretodo, de una cultura empresarial que permita que la virtualidad se convierta en nuevo factor de valoración, diferenciación, evolución y avance en la nueva forma de hacer empresa y negocios en nuestro País.

Las implicancias normativas son evidentes, el Estado deberá adecuar en lo inmediato el plexo normativo nacional, a fin de limar la posibilidad de que se realicen algunas interpretaciones orientadas a impedir la validez de algunos actos realizados por vía virtual, que se da sobretodo en el ámbito procesal y societario, dotándoles de la seguridad mínima requerida para su desarrollo y eficaz implementación. En el ámbito contractual, se deberá reglamentar la participación de las Notarías y de las certificadoras, lógicamente, las instituciones que prestan servicios deberán adecuar sus reglamentos, de modo tal que la virtualidad, tanto para audiencias, reuniones y firmas, se realicen por medios electrónicos, restringiéndose los presenciales, o por lo menos, aceptando y asegurando la posibilidad de que también se lleven a cabo por medios virtuales, con la misma validez y efectos.

Ni que decir de los modelos de negocio, el repensar una empresa no es un camino fácil, normalmente hay que pensar fuera de la caja para poder visualizar(te), desde una perspectiva sino ajena, distante, y percibir los cambios necesarios. Este camino, que no todos transitan, está colmado de tips ejecutivos de buenas prácticas empresariales, que son muy valiosos, por ello, hemos recomendado en varias oportunidades, la utilización de Consejos Consultivos Externos (CCE), como un instrumento que permite pensar fuera de la caja (hoy también posible a través de la vía virtual), permitiéndonos crear soluciones a medida de cada empresa o emprendimiento. Los CCE tienen la ventaja adicional de que pueden estar protegidos con cláusulas de confidencialidad y sigilo, debido a la información que manejan de tu empresa y, dada la gravitación de los asuntos que tratan.

El reto está ahí, la limitación o eliminación de espacios para reuniones físicas en las empresas, y la implementación de sets para reuniones virtuales, la eliminación del uso de dinero en efectivo e incluso el de las tarjetas magnéticas, el uso de plataformas virtuales On-Line para el manejo administrativo, contable e incluso legal, son ahora  medidas que deberán afrontar y adoptar los nuevos emprendimientos, y sólo quienes estén en la capacidad de adaptarse mejor y más rápido podrán sobrellevar sus negocios, en un ambiente post COVID-19, que desde ya vaticina cambios en los modelos de negocios de todo el mundo.

1 comentario:

  1. Excelente trabajo, muy didáctico y de mucha utilidad. Felicidades!!!!!

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