viernes, 14 de agosto de 2015

¿Cuál es tu negocio?

En los 11 años que venimos trabajando en Garrón Bozo Abogados, nos ha resultado muy común tratar con pequeños, medianos y grandes empresarios, que acuden a nuestra firma con la intención de obtener una respuesta muy puntual sobre algún tema que era de su interés en ese momento.

No obstante ello, resulta que a pesar de su puntual preocupación, estos empresarios -en su mayoría-, no han sido prolijos en la administración legal de sus empresas, lo cual implica que, normalmente, no tienen un gobierno corporativo desarrollado, sus marcas están desprotegidas, no existe una cadena de mando, ni sistemas de controles u operativos eficientes.

Estas deficiencias normalmente quedan al desnudo en la primera conversación que sostenemos con los clientes, quienes además     –sobretodo los emprendedores, pequeños e incluso medianos empresarios- recién se dan cuenta de las dimensiones de su negocio, de su potencial y, más aún, de los aspectos que deben cuidar en adelante, para evitar que todo su esfuerzo se vaya abajo, debido a una impericia legal, a una falta de desarrollo y protección de sus marcas o, a una carencia de gobierno corporativo.

La pregunta que siempre hacemos y, casi siempre tiene la misma respuesta, es ¿Por qué ocurre esto?,  y es que estos emprendedores se han ocupado del producto que venden y del servicio que brindan, creyendo que estos son los únicos factores que los llevarán al éxito. Lo cierto es que, las grandes ligas empresariales en Bolivia, no están conformadas por emprendedores con estas características, sino por el contrario, por aquellos que –además de cuidar el producto o servicio que brindan-, tienen un gobierno corporativo desarrollado, con sistemas operativos eficientes, así como una administración legal y contable muy sólida.

Para llegar a este nivel, las empresas en etapa de desarrollo y los emprendedores, normalmente tienen que lidiar con un sinfín de problemas, el primero, la falta de fondos que les permita la contratación de abogados y contadores responsables y, sobretodo, conocedores del área. Lamentablemente, la prestación de servicios jurídicos y contables en Bolivia esta llena de charlatanes, que acaban siendo más perjudiciales para la empresa que la propia infracción o falta cometida por ésta, la falta de pericia es alarmante, sin mencionar que la calidad del servicio es deplorable. En otro momento, expondré mi experiencia sobre este tema. 

Mi consejo para quienes iniciar una actividad empresarial o un negocio, es que siempre cuenten con la asesoría de un buen abogado de empresas, existen firmas de abogados y contadores bastante serias y responsables que pueden ayudarte, simplemente tienes que tomar en cuenta que, tu amigo, primo o tío  abogado, probablemente no tenga idea de cómo desarrollar un gobierno corporativo, ni de cuáles sean las obligaciones societarias, laborales, tributarias, etc., que tienes que cumplir. Asimismo, es probable que ni siquiera haya llevado en la Universidad como materia, lo que es una marca comercial y, mucho menos una patente o modelo de utilidad, ni para que sirve, siendo que es el principal activo de tu empresa y, donde debes invertir más dinero y tiempo trabajando con especialistas.

No obstante lo señalado, la confianza y el precio opera como disuasivo para la contratación de un asesor, por lo que, lo más probable es que acabes contratando al abogado o contador más cercano, de confianza y barato que conozcas, lo cual no esta del todo mal para arrancar, pero más temprano que tarde, tendrás que buscar a alguien que tenga más pericia y experiencia en estas áreas si quieres crecer y desarrollarte. Recuerda que, cuando contrates a alguien que sepa del tema, lo más probable es que ignore todo lo que hizo tu asesor inicial, o que incluso, tenga que corregirlo –si es que se puede-, generándote un costo mucho mayor.

Un segundo aspecto muy común, es el hecho de que –incluso grandes empresas-, no tienen una idea clara “del negocio” que manejan. Cuando me refiero al “negocio”, no me refiero al objeto social en sí, o qué clase de producto venden, sino a la actividad que hace que su empresa sea rentable y les dé ganancias. Este aspecto implica que, además, el empresario al no tener identificado el “negocio”, incurra en gastos bastante considerables que podría evitarse, terciarizando áreas en las que su empresa no es competitiva o, incluso, no las tiene desarrolladas.

Hasta no hace mucho tiempo atrás, las empresas buscaban contratar todo un staff de personal, que hoy por hoy se encuentra cada vez más en desuso, tal es el caso de las secretarias (que fueron cambiadas por una sola recepcionista o telefonista), de un área legal –conformada por 2 o 3 abogados- (reemplazados por un coordinador legal o gerente legal, y la contratación de firmas externas especializadas). Asimismo, estas empresas pretendían contar con toda la cadena del negocio y, normalmente, su producción era exclusiva para ellos mismos, sin mencionar que, normalmente, dejaban de lado o, era el último eslabón las Relaciones Públicas y el Márqueting.

Hoy en día, una empresa moderna, se enfoca más en su “negocio”, es decir que, luego de una serie de análisis y reflexiones, los empresarios se dan cuenta que su verdadero negocio no había sido –por ejemplo- vender Pollo Frito, aunque ese sea el producto que ofrecen, sino que, su verdadero negocio estaba en armar esquemas y diseños totalmente claros y definidos, tanto en el área de sistemas, gobierno corporativo, branding, documentación legal y sistemas contables, a fin de poder “franquiciar” su modelo y marca. Entonces, resulta que si su modelo y marca es franquiciable y apetecible, resultará mucho más negocio que la venta del pollo en sí.

De igual forma, las empresas ya no producen sólo para ellas, con el recelo clásico sobre su  marca, productos y calidad, sino que ahora además, producen marcas blancas para otras empresas, hoy es posible acudir a la mayoría de las empresas, por ejemplo de ropa, para solicitar que produzcan ropa con un diseño especial y/o marca propia, con lo cual, se ha abierto la posibilidad de que se generen nuevas marcas y empresas de ropa, equipos deportivos, vinos, perfumes, cremas, etc., sin que tengan talleres o industrias, con lo cual, el verdadero negocio de estas empresas, no es la producción, sino el diseño, la distribución o la venta. En otras palabras, las empresas se están especializando en una parte de la cadena, en el entendido de que su negocio en sí, no es vender o crear marca, sino producir para que otros lo distribuyan y vendan.

Hace no mucho tiempo atrás, los periódicos, semanarios y revistas, tenían como principal motor de su industria, a los voceadores canillitas, quienes eran los repartidores de estos medios, ¿quién haría el esfuerzo para ir hasta un periódico para comprarlo?, la respuesta es obvia, por ello, la fuerza de un medio esta en su fuerza de difusión, y para de esa fuerza son los canillitas. Hoy en día, esto no es así del todo. Las redes sociales, los medios de comunicación y, las empresas de distribución, han influido para que estos medios tengan llegada a diferentes nichos de mercado y lectores. De igual forma, los periodistas independientes, que tiempo atrás ganaban comisión –en caso de que el periódico le interese publicar su reportaje-, hoy por hoy han puesto agencias de noticias, que son los que proveen la información a los medios.

No resulta muy raro encontrar revistas digitales, e incluso medios impresos, que en realidad no hacen periodismo o generan información, sino sólo difusión, y así…, la segmentación y especialización en una parte de la cadena en el área que te desenvuelves es muy importante, y te ahorrará mucho tiempo.

Un tercer problema y no menor, es el papeleo que implica la apertura de una empresa, sociedad o negocio. En algunas ciudades –como Santa Cruz-, la obtención de una licencia de funcionamiento, puede llegar a ser algo realmente traumático, por ejemplo. Asimismo, la compra de inmuebles, o las constantes y absurdas observaciones que realiza FUNDEMPRESA, requerirán que destines más tiempo, dinero y energía al papeleo, lo cual podrás evitar o minimizar, con la contratación de buenos asesores, que aún cuando no dependa de ellos las autorizaciones, por lo menos te mantendrán informado y tendrán los argumentos necesarios para hacer valer tus derechos ante las autoridades.

Finalmente, es importante que protejas tu marca, éste será o es el principal activo de tu empresa, actualízala, trabaja con ella, cuida de su imagen, dale una identidad, pues ella será la transportadora de lo que haces o produces, con tus compradores, y en definitiva, tu verdadero negocio.














 

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